
José Mª Fons Guardiola, oriolano, filólogo y periodista. Ejerció de profesor de español en lugares como Nueva Zelanda, Eslovaquia, Italia y Filipinas. En la actualidad trabaja para el Instituto Cervantes como gestor cultural en Manila. Su cometido es divulgar la cultura española.
Su estado ideal, el enamoramiento esté donde esté.
Echa de menos de Orihuela cosas tan cotidianas como leer los periódicos, la luz, su infancia, el recuerdo de esa Orihuela de calles estrechas y sombrías que nos describía Gabriel Miro y, sobre todo, sus comidas . Lo compensa en Filipinas con las sonrisas de sus gentes y la capacidad de sacar a la vida las cosas que no les pueden dar.
Aprovechamos su estancia en Orihuela estas pasadas navidades para preguntarle por la primera antología asiática co-editada por la Fundación y el Instituto Cervantes, que ha tenido como representante a Miguel Hernández.
ENTREVISTA
- ¿Por qué se elige la figura de Miguel Hernández?
De la literatura hispana en Filipinas sólo se conoce bien a Lorca y al chileno Pablo Neruda como poetas, y en novela a García Márquez, Pérez Reverte y Javier Marías. Y Miguel Hernández es uno de los grandes poetas del siglo XX. Anecdóticamente yo soy de Orihuela y he podido tener en vacaciones contactos con la Fundación, que apoyó con entusiasmo el proyecto desde el principio. Pero la razón prioritaria para embarcarnos en esa empresa conjunta radica en la grandeza de la obra de Miguel: es un poeta universal y a la vez del pueblo, que escribe para él, es un poeta que puede llegar muy bien en Filipinas, país con gran parte de su población que poseé rentas inferiores al umbral de pobreza. Hay además otra razón que hace a Miguel Hernández un personaje muy atractivo para el pueblo filipino, ya que José Rizal, el gran literato de las Islas, tiene una gran similitud biográfica con nuestro paisano: ambos murieron jóvenes, víctimas de la intolerancia.
- ¿Qué repercusión ha tenido la antología?
En el Instituto Cervantes estamos muy contentos con el resultado. Ha llamado la atención, sobre todo por el hecho de que Miguel Hernández ha sido traducido al inglés y a siete idiomas filipinos, algo novedoso: ha sido la primera vez, que sepamos, que un poeta extranjero ha sido traducido a tantas lenguas nativas del país. Lo cierto es que no se escatimaron esfuerzos para asegurar la calidad de la obra: desde la elección como antólogo del filólogo Jesucristo Riquelme, uno de los más reputados hernandianos, hasta la selección de los traductores, todos ellos reconocidos poetas en sus lenguas vernáculas. Durante el pasado Festival Español, además de presentarse la antología, se recitaron y cantaron poemas de Miguel por el intérprete Joey Ayala, algo así como el Sabina filipino.
- ¿Que matices destacarías de la poesía de Miguel desde un punto de vista Filipino?
Si cada lengua expresa una visión particular del mundo, me interesaba saber qué matices de la poesía hernandiana podrían resaltar, o descubrir, las traducciones a unas lenguas tan lejanas a las lenguas románicas. También quería descubrir qué poemas les decían más. Los de mayor acogida, quizás por su contexto social, son los de Viento del pueblo y los del Cancionero y romancero de ausencias.
- ¿Algo más que destacar?
Como broche final todo esto se arropó por la obra de teatro Recoged esta voz, montaje teatral dirigido por José Estrella, una de las directoras de teatro mejor consideradas en estos momentos en Filipinas. Ella se encuentra en un momento particularmente dulce de su carrera. Hizo una versión estupenda de la vida y obra poética del poeta. La obra se representó durante 15 días. Estrella utilizó de una manera magistral la danza, el cine... A mí me pareció estéticamente maravilloso, y consiguió ponerme y poner al publico los pelos de punta.
- Miguel Hernández tiene obra teatral, ¿por qué no se eligió alguna de ellas?
En un principio ésa era nuestra idea, pero dado el grado de complejidad para su traducción y posteriormente el montaje, el tiempo, que se nos echaba encima, fue el causante de no trabajar sobre El labrador de más aire.
- ¿Todo este esfuerzo ha merecido la pena?
Por supuesto. Todo este esfuerzo ha merecido la pena pues dentro de la Universidad de Manila, contexto donde suceden estos acontecimientos, se ha conseguido incluir a Miguel Hernández dentro de una de sus asignaturas. Estamos francamente contentos con la respuesta del público universitario, y muy agradecidos a todos los que han hecho posible este apasionante proyecto, desde los herederos de Miguel a la aportación capital de la Fundación Miguel Hernández, pasando por la Universidad de Filipinas y los traductores.
Subir