El pasado día 13 de enero se ha conmemorado los 75 años de la publicación del primer poema de Miguel Hernández, “Pastoril”, precisamente en un semanario oriolano “El Pueblo de Orihuela”. La Fundación Cultural Miguel Hernández no podía dejar pasar esta efemérides tan relevante y ha editado en facsímil el número que recoge dicho poema. Caja Rural Central, entidad financiera heredera de los Sindicatos Agrícolas- Católicos de donde surgió “El Pueblo de Orihuela”, se ha encargado del patrocinio de la edición, con el imprescindible concurso de la Biblioteca Pública de Orihuela, depositaria de la colección de prensa histórica y de “El Pueblo...”, de cuya restauración se ha encargado la Biblioteca Valenciana. Para la Fundación Miguel Hernández la importante colaboración de la Biblioteca Pública de Orihuela en esta y otras iniciativas relacionadas con la recuperación de figuras hernandianas supone el aliado más eficaz para difundir cuantos proyectos resulten de nuestro tenaz deseo de llevar el nombre de Orihuela fuera de nuestra Comunidad.
La edición facsímil, de gran calidad, permitirá a los curiosos lectores ver unidos en la misma página los nombres de Miguel Hernández y Eladio Belda Irles. Este último quizás no resulte muy familiar a quienes no se hayan adentrado en la biografía del poeta, pero fue quien le vendió a plazos una máquina de escribir marca Corona, y quien sufragó parte de los gastos del sepelio de Miguel en 1942. Pero la edición facsímil nos depara otra sorpresa aún mayor. La publicación del poema “Pastoril” fue debida a Carlos Fenoll, colaborador del semanario. El 30 de diciembre de 1929 apareció el poema “La sonata pastoril”, de Fenoll, con la siguiente dedicatoria: “A Miguel Hernández, el pastor que en la paz y el silencio de la hermosa y fecunda huerta oriolana, canta las estrofas que le inspira su propio corazón”. Miguel Hernández fecha su poema “Pastoril” el mismo día que se publica el poema de su amigo Fenoll. De esta manera, la primera publicación hernandiana se debió al agradecimiento y amistad por ese poema dedicado. Y la amistad y admiración hicieron a su vez que este y otros poemas primerizos de Hernández fueran recogidos en la Biblioteca Pública de Orihuela por las manos de dos oriolanos inquietos y preocupados por su Historia: Francisco Giménez Mateo y Francisco Martínez Marín, dos personas que respiraron el mismo aire puro de Orihuela y se sintieron un día zaheridos por la luz de su cielo, y su inquietud por saber más les acercaron al mismo ejemplar que hoy se reedita. El erudito francés Claude Couffon, especialista en García Lorca, publicó esos poemas facilitados por los dos ilustres oriolanos en su libro “Orihuela et Miguel Hernández” (1963), aunque la versión española tuvo más difusión al ser publicada por la editorial bonaerense Losada en 1967. Se da la feliz coincidencia de que con esta edición facsímil aparecen unidos en su “intrahistoria” los dos “pacos”, el ejemplar que manejaron, su cariño por la poesía de Miguel, cariño que rezuma el poema ahora recuperado del tiempo ido gracias a la Fundación Miguel Hernández, la Caja Rural Central y la Biblioteca Pública de Orihuela.