Título: Raíz.
Subtítulo: Cuadernos Literarios de la Facultad de Filosofía y Letras.
Lugar: Madrid.
Lengua que utiliza: castellano.

Primer número: en mayo de 1944.
Segundo número: en noviembre de 1949.

Dirección y administración
León Sánchez Cuesta –Librero-
C/ Desengaño, 10, 5º C, Madrid.
Teléfono: 227671

Número de páginas: 16, excepto en los números 1 y 2 que tienen 24.
Dimensiones: 31 x 23 cm.
Número de columnas: variable, aunque generalmente aparecen dos.

Ilustraciones:
Aparecen fotografías y retratos de diversos autores (Carmen Conde, Federico García Lorca, ...etc). También aparecen diversas láminas de pintores y escultores de la época. En la portada aparece el título, “Raíz”, con un color diferente en cada uno de los seis números.

Suscripciones:
Precio para España: 8 pta. Para el extranjero asciende a 10 pta. A partir del nº 2 (junio de 1948) los precios suben 2 pta. En el nº 3, Navidad de 1948, aparece la posibilidad de la suscripción; por seis números los precios son de 36 pta. Para España y 48 para el extranjero. Por 3 números 18 pta. para España y 24 para el extranjero. El precio por ejemplar para España es de 6 pta. y 8 para el extranjero.
Equipo redaccional

Director: Juan Guerrero Zamora.
Secretario: Alfonso Sastre.
Colaboradores:
Vicente Aleixandre, J. Romo Arregui, Enrique Azcoaga, José Hierro, Alfonso Paso, Medardo Fraile, Rafael Morales, T. Comes, Jacinto López Gorgé, Carmen Conde, Eduardo García Gómez, Tomás Mercader, Victoriano Crémer, Dulce María Loinaz, José María Valverde, Pío Gómez Nisa, Antonio Oliver, Alfonso Sastre, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Rafael Laffon, Pedro Pérez-Clotet, Isabel Ambía, Gabriel Celaya, Leopoldo de Luis, Susana March, Rafael Montesinos, Pablo García Baena, María de Gracia Ifach, Blas de Otero, Emilio Prados, José Luis Gallego, Miguel Hernández, Jorge Santayana, Juan Gil-Albert, Miguel Labordeta, Pedro Salinas, Vicente Soto, Juan Ramón Jiménez, Vicente Ramos, Manuel Molina y Pablo Neruda.

Difusión:
Al ser una revista universitaria su difusión quedó restringida, fundamentalmente, al ámbito universitario y poético. En la Facultad de Filosofía y Letras de la Complutense coincidieron, entre otros, Alfonso Sastre, Alfonso Paso, Manuel Seco, Rafael Sánchez Ferlosio y José María Valverde. Todos ellos colaboraron en esta revista.
Significación:
La revista “Raíz” trataba de unir tendencias poéticas diversas aunque, teniendo en cuenta la amplia nómina de colaboradores, podemos afirmar que predomina una tendencia ideológica claramente izquierdista. Una muestra de esta voluntad de integración ideológica la encontramos expresada en la declaración de intenciones del nº 1 (mayo de 1948): “...Aquí está franca la puerta para todos los que tengan algo que decir (...) «En estas páginas no se crean intereses» es el lema que hay a la puerta de nuestra redacción. Nos rige un criterio de aceptación: la verdad, el valor. Ni amistades, ni ruegos, ni agradecimientos. (¡Qué crueldad!,¿No es cierto, señores críticos, directores de revistas para amigos, editores que se venden?).
Nuestra bandera lleva un nombre: Raíz. Porque honramos a los mayores –en edad y sapiencia-, que nos han dado nuestro ser espiritual y ahora, como raíces, nos lo sustentan. Porque nos sentimos raíces de un futuro –de una España futura- y nos esforzamos por alzar el tronco que será nuestra obra, nuestra vida, nuestra creencia. Porque nos sugestiona lo que late en el fondo: lo verdadero, la raíz”.

En el número 5, junio de 1949, aparece publicado un poema de Miguel Hernández, hasta entonces inédito. Nos referimos al poema “Antes del odio”. El director de la revista, Juan Guerrero Zamora, en una nota a pie de página declara:«Este poema, rigurosamente inédito, pertenece al libro póstumo y aún sin publicar “Cancionero y romancero de ausencias”, que Miguel escribió en circunstancias muy dolorosas. Es una de las pocas composiciones específicas del sentimiento que, naturalmente, hubo de atormentarle en aquellos últimos tiempos de su vida privada de libertad. Es también la prueba de cómo Miguel superaba, a hombros de su energía pujante, toda suerte de ataduras, jamás alicaído y con perpetua confianza en su futuro. Por su idea y su métrica, enlaza con una gran tradición en la historia literaria española, constituye un documento vivo y es obra de arte de una hermosa autenticidad. Si algún fallo tiene, atribúyase a lo poco propicias que aquellas circunstancias eran para escribir y a que al poeta le faltó tiempo para una corrección última. Publicamos el poema con la debida autorización de la viuda de Miguel y habiéndole remunerado sus derechos, trámite que las revistas frecuentemente han omitido al insertar trabajos de Hernández, con un desenfado que perjudica a la citada viuda, cuyas condiciones económicas no le permiten el lujo de procurar el honor ajeno a costa de sus intereses. “Raíz” ofrece su homenaje y recuerdo al gran poeta Miguel Hernández».
A Guerrero Zamora también se le atribuye los primeros ensayos biográfico-críticos sobre Miguel Hernández: “Noticia sobre Miguel Hernández” (1951), “Miguel Hernández, poeta” (1955) y “Las máscaras van al cielo”(1951).
En opinión de Guerrero Zamora, la obra de Miguel Hernández está frustrada, sólo así podríamos comprender cómo a un joven de tan precaria formación y con sólo dos docenas de poemas publicados se le pueda situar en un primer puesto de la poesía española.

El interés de este autor por Miguel Hernández queda patente en otras obras posteriores como, por ejemplo, “Proceso a Miguel Hernández” (1990); obra en la que desvela los entresijos del proceso judicial contra el poeta oriolano y en la que se publicaron documentos hasta entonces inéditos. En estas obras Guerrero Zamora intentó transmitir una imagen del poeta lo más humana posible, alejada del misticismo revolucionario que había adquirido en años precedentes.