SER PUEBLO HACER PUEBLO, ESTAR CON EL PUEBLO
Ése era Miguel Hernández, uno de los luchadores sociales que han trascendido a la Historia, los más censuradores han sido los que más se han identificado con los más bajos estratos sociales. Ejemplo de lo anterior es el silencio de los poemas de Miguel Hernández durante la dictadura franquista. Hernández siempre trató de elevar en todos los sentidos a sus compañeros de lucha, para crear y hacer funcionar la dirección colectiva. Comprendió la necesidad fundamental de crear el hombre nuevo para crear, a su vez, la nueva sociedad, y ese hombre nuevo en ese momento debería ser el luchador social, el militante poseedor de las más altas cualidades humanas, morales, culturales y capacidades que debía tener indispensablemente un profundo amor a su pueblo del que estaba profundamente ligado. La visión de Miguel Hernández sobre la Revolución estaba ligada a la cuestión del poder del pueblo, él nunca aspiró al poder personal, ni pensaba que el Partido Comunista llegase a tener un poder por encima del pueblo, mas bien el Partido debía ser un instrumento del pueblo.
Miguel Hernández jamás creyó el argumento falso y fácil de que "la represión genera conciencia", siempre buscó la manera de que el pueblo se protegiera de la represión, pero comprendió que el aparato fascista es represivo y criminal en su esencia. Comprendió que siempre que los explotadores vean peligrar sus ganancias se valdrán de todos los crímenes posibles para mantener los privilegios, eso demostró la lucha de Hernández ante todos los que gritan llamando provocación a la justa rebelión del pueblo. Aunque es cierto que la rebelión, así como la represión, por sí solas no generan conciencia social, pues cuando falta teoría lo máximo que se genera son espíritus vengativos. Hernández jamás pidió perdón al enemigo para evitar un castigo, él actuaba cumpliendo lo que le dictaba la conciencia. Por eso asumió las consecuencias de sus errores y de su dignidad, aprendió de los pobres que jamás colaboró con el Gobierno fascista, ni se retractó de su conducta contra los poderosos. Hernández entregó todo a los pobres, mientras que sus sanguinarios verdugos secuestraron y asesinaron a más de un millón de españoles.
Cómo no iba a pensar Miguel de esta formas cuando en su pueblo natal los señores del clero mantenían los bancos llenos de dineros de las limosnas de los pobres jornaleros y en plena guerra civil. Creo que es tiempo de descubrir a estos señores que, amenazando a un pueblo jgnorante con el infierno para, de este modo, mantenerlos a raya. Que después de 70 años se den a conocer estos datos tan importantes para los estudiosos de Miguel Hernández, y a las nuevas generaciones que les escondieron todos estos hechos tan desagradables que hoy en día damos a conocer, les guste o no.
En primer lugar el señor Obispo de la Diócesis de Orihuela D. Francisco Javier Irastorza y Loinoz, tenía en depósito (resguardo) del Banco de España nº de cuenta 47.814, el cual amparaba varios títulos de la deuda por pesetas nominales 238.100 a favor del Obispo de la Diócesis de Orihuela. En el mismo Banco de España también tenía las siguientes cantidades: 1.349.200'00 pesetas en deuda amortizable al 4%, en 1928. 38.000'00 pesetas en las mismas condiciones. 183.200'00 pesetas en interior al 4%. 158.100'00 pesetas en las mismas condiciones. 86.500'00 pesetas en las mismas condiciones. 1.900'00 en las mismas condiciones al 4%. También tenía en el Banco Internacional una cuenta corriente con un saldo a su favor en pesetas de 1.376'20. (Este documento está fechado en Alicante el 25 de agosto de 1937).
Obra Diocesana de Culto y Clero de Orihuela tenía un saldo en cuenta corriente en el Banco Español de Crédito de Orihuela de pesetas 13.728'85.
D. Arturo Esquiva Mora (canónigo) tenía una cuenta corriente en el Banco Español de Crédito de Orihuela de pesetas 63'20. Y una cuenta de ahorro en la misma entidad nº de cuenta 314 con un saldo de pesetas 1.698'44. También tenía en el mencionado banco, indistintamente con su hermana Concepción, una consignación a vencimiento fijo el cual fue el 18 de octubre de 1936 por pesetas 14.490'00.
La Superiora General de las Hermanas Terciarias de Nuestra Señora del Carmen de Orihuela tenía una libreta de ahorro en el Banco Español de Crédito nº de cuenta 797, por pesetas 4.489'91.
El Contador Diocesano del Obispado, una libreta del Banco Español de Crédito, con un saldo de pesetas 1.834.870.
D. José Alonso Romero (canónigo) tenía un depósito de valores en el Banco Central, cuyo detalle es como sigue: doce titulas de deuda amortizable al 5%, series A. Nº 163.071 al 79, 163.474, 362.272 al 73 por pesetas nominales 6.000'00. Dos títulos de deuda amortizable al 5%, series S, nº 62.598 y 99 por pesetas nominales 5.000'00. Dos títulos de deuda amortizable series C, nº 45.414 y 45.530 por pesetas nominales 10.000. También tenía una cuenta corriente en la misma entidad con un saldo en pesetas 300'95.
D. Enrique Teruel Ávila (canónigo) tenía en el Banco Central de Orihuela un depósito de valores consistentes en tres títulos deuda perpetua interior al 4% n° 42.854, 16.460 y 61 por pesetas nominales 15.000'00. En la misma entidad en cuenta corriente un saldo de 921'11 pesetas. Y en Caja de Ahorros nº de cuenta 390 un saldo de 1.660'00 pesetas.
D, Bernabé del Campo Latorre (canónigo) tenía un depósito de valores en el Banco Central de Orihuela, consistente en 14 títulos de deuda amortizable al 5% con impuesto y 11 títulos de deuda amortizable al 5% sin impuesto por pesetas nominales 17.000'00 Y una cuenta a la vista con un saldo de pesetas 191'50.
D. Carlos Irles Vidal tenía un depósito de valores en el Banco Internacional de Industria y Comercio, indistintamente con el Padre Higinio de Carcagente y el Padre Carlos de Orihuela, consistente en deuda amortizable al 5% por pesetas
nominales 10.500'00. Y una cuenta corriente en el mencionado banco con un saldo de pesetas 116'40.
La Cofradía de Monserrate tenía un depósito de valores en el Banco Internacional de Deuda Perpetua Interior al 4% por pesetas nominales 12.500'00.
D. Luis Almarcha Hernández (Vicario de Orihuela) tenía una libreta de la Caja de Ahorros Federación de Sindicatos Agrícolas Católicos, nº de cuenta 7 con un saldo da 3.190'15 pesetas. Otra libreta de ahorros en la Caja de Ahorros y Socorros de Orihuela, nº de cuenta 5.933, con un saldo de 604'35. Una acción de Sindicatos Agrícolas Católicos a favor de D. Luis Almarcha Hernández, por pesetas nominales 500.
D. Pablo Díaz Fernández, Rector del Seminario de Orihuela, tenía una libreta de ahorros en la Caja de Ahorros y Socorros de Orihuela, nº de cuenta 678 A Y 8G, a plazo fijo con un saldo de 15.500 pesetas. Otra imposición en la misma entidad, nº de cuenta 41, con un saldo de 5.000 pesetas. Otra en la misma entidad con un saldo de 500 pesetas.
Para quien no conoce estos temas sí les digo que me costó mucho trabajo de investigación poder recuperar todos estos documentos, depositados en el Archivo General de la Guerra Civil en Salamanca, por si algún curioso quiere investigar. Espero la III República.
México, 20 de abril de 2006
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