PREMIO NACIONAL DE POESIA MIGUEL HERNANDEZ 2006
“Me encontré con que la literatura
era la única manera que tenía de descubrir
esa verdad que, en el fondo, considero
es lo más cercano a la poesía”
Francisco Javier Moreno García nace en Murcia en 1972. Es licenciado en Matemáticas y ha cursado estudios de Filosofía, Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universidad Complutense de Madrid, ciudad en la que reside desde hace nueve años y donde ejerce como profesor de enseñanza secundaria.
Fue finalista en el certamen “Murcia Joven-98” con el poemario “La elocuencia del azar” y publica al año siguiente la novela “Buscando batería” en la editorial Bartleby.
Ganador del Premio Nacional de Poesía Miguel Hernández con el libro “Cortes publicitarios” en el año 2006, ha publicado poemas en la revista “Hache” (números 1 y 3), así como en la revista digital www.deriva.org, donde además ejerce la crítica literaria.
El próximo otoño publicará la novela “La Hermogeníada” en la editorial Aladeriva.
Asimismo, mantiene un blog relacionado con la creación y la cultura: “Peripatetismos”.

- ¿Qué le impulsó a un matemático como usted a entregarse a la poesía?
Soy poeta más que por vocación que por convicción, hasta los veintidós años, no se me había pasado por la mente el escribir no sólo un poema, sino un verso, pero yo era de los que pensaba que existía algo así como una verdad y que la verdad se encarnaba en la ciencia. Sobre todo en la matemática, en la física, y que a través de esas disciplinas uno podía llegar a la verdad, hasta que me di cuenta en quinto de carrera, incluso antes, de que por ese camino no llegaba a la verdad y el hecho de que la verdad sólo se podía entender de una manera poética. Entonces eso fue lo que me animó a adentrarme en otras disciplinas, la filosofía me había interesado siempre; la filosofía es un camino que tiende a proveer de algo así como llamado “la verdad”, y al final me encontré con que la literatura era la única manera que tenía de descubrir esa verdad que, en el fondo, considero es lo mas cercano a la poesía. - ¿Qué significa para usted poesía?
Significa fundamentalmente desvelar y encontrar relaciones en esas cosas que no son habituales. Generalmente nos movemos dentro de un mundo bastante consolidado, bastante anquilosado, y la poesía, si consigue algo por parte del creador y por parte del lector, es encontrar un destello de relaciones insólitas que estaban ahí probablemente, pero que no éramos conscientes de ello. De alguna manera, incluso puede llegar a ser curación porque muchas veces tenemos conflictos, hay demasiadas cosas en el mundo a las que no le vemos sentido, a veces, leyendo un poema o un libro, de repente vemos que eso ha cuajado de alguna manera y que adquiere sentido. Entonces, de alguna manera, casi “chamánicamente”, también puede llegar a la curación. La poesía no sólo está en el género de lo que llamamos poesía, sino también en la narrativa. La poesía es algo transversal a los géneros; puede haber una novela poética, y puede haber también un teatro con una carga fuerte de poesía. - En la poesía que usted escribe, ¿existe alguna tendencia filosófica concreta?
No sé si llamarla filosófica, pero en general un sentimiento trágico de la vida. A mí me han interesado mucho siempre los griegos, la tragedia griega, y siempre me ha interesado la parte de la filosofía y, en general, todo tipo de pensamiento orientado a la tragedia. Por eso hay en algún poema en “Cortes publicitarios” dedicado a “La Grieta”, a “La Fisura”, siempre hay algo ahí que no se puede llegar a completar y cuya imagen a mí me parece más hermosa es la escena de la creación de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel, con el dedo de Adán y de Dios separados por una pequeña grieta, que surgiría con el paso del tiempo y que lógicamente no es obra de Miguel Ángel, pero que esa grieta es para mí el símbolo de lo trágico de la existencia. Nunca se llega a la fusión del ser humano con el ambiente, ni siquiera con dos personas, ni de ningún objeto con la perfección. - ¿Cree que su poesía puede incluirse en una nueva generación poética?
No confío mucho en las generaciones poéticas, me parece que es más bien una etiqueta que sirve para vender libros, eso es cierto, pero hay un decálogo que se estableció hace ya tiempo para que una serie de poetas formasen una generación poética; ese decálogo se ha visto que ha dado muchísimos problemas, incluso con las generaciones más consolidadas como son la llamada “generación del 98” o la “generación del 27”. Yo creo que lo que hay fundamentalmente son singularidades que pueden coincidir muchas veces accidentalmente o porque esos poetas se conocen y al final acaba habiendo cierta sintonía. Pero yo creo más en las diferencias de los poetas que conforman una generación. - ¿Qué le llevó a presentarse al Premio Nacional de Poesía “Miguel Hernández”?
Como dije ayer en la entrega del premio, fundamentalmente fueron los amigos los que me animaron. Nunca he sido, tengo que decirlo, demasiado partidario de los premios, quizás porque algunos de ellos, sobre todo premios muy grandes, todos sabemos de los que hablamos, normalmente el ganador o los ganadores están ya de alguna manera identificados antes del fallo. Es cierto que este premio está libre de cualquier sospecha y, precisamente por eso, por ser un premio con prestigio, la persona poética que está detrás, y porque no es un premio de campanillas que, como decía antes, son los premios que pueden estar bajo sospecha, me animaron a presentarme. Y fueron precisamente los amigos los que me dijeron que lo enviase, porque creían en el libro, y yo a estos amigos los tengo en gran estima y consideración y pensé que si ellos pensaban que el libro podía tener premio, pues debía enviarlo. - ¿Qué supuso para usted la concesión del Premio Nacional de Poesía “Miguel Hernández”?
Una alegría bastante grande. Desde el momento en que me comunicaron la noticia allí en Madrid, pues la verdad es que ha sido un sueño hecho realidad. La verdad es que es muy grato que te reconozca un jurado importante como es el del Miguel Hernández y teniendo detrás una Fundación como es ésta, fue una gran alegría que se ha ido prolongado hasta ayer y esperemos que dure. Habrá sucesivas presentaciones del libro y, como digo, una alegría que tendrá detrás pequeñas “mareas” y que espero que dure mucho. - ¿Ha colaborado alguna vez con la Fundación Cultural Miguel Hernández?
Pues no, hasta ahora no se ha dado esa colaboración, pero sí colaboraría si se presentara la ocasión. - ¿Considera importante la continuidad de estos premios de poesía para seguir impulsando la figura de Miguel Hernández?
Sí, creo que es bastante importante el asociar un premio de poesía a la figura de un poeta en dos sentidos: ayuda a promocionar a los poetas que ganan estos premios, y por otro, hace que la figura del poeta no caiga en el olvido y, al menos, con una periodicidad anual, salga a la luz de manera renovada. - ¿Está al corriente de las actividades que, desde la Fundación Cultural Miguel Hernández, se vienen llevando a cabo? ¿Qué opinión le merecen?
Sí, periódicamente me meto en la página Web. Creo que están bastante bien, bien organizadas y que, de alguna manera, honran la memoria del poeta, que es de lo que se trata. - Usted colabora en la revista digital www.deriva.org, y además mantiene un blog con el título “Peripatetismos”. ¿Qué importancia le otorga usted a Internet como medio de transmisión de la poesía?
Es un nuevo medio que ayuda bastante en difundir cualquier cosa, también la poesía. De hecho, creo que el blog es el único género literario que ha nacido en Internet, donde hay muchas páginas web, pero como género literario creo que el blog es un acontecimiento novedoso que ha surgido con fuerza hace unos años. La primera vez que oí hablar de ellos no me interesaron demasiado, pero con el tiempo vas buscando y, igual que hay blogs que son simplemente diarios personales con poco interés, hay otros que están muy bien concebidos con orientación periodística o poética. En fin, creo que es un medio que hay que explotar y que hay que subirse a ese carro porque es lo que nos toca en los años sucesivos. - ¿Sigue alguna técnica en concreto para aunar una temática clásica, como puede ser la mitología, con una más actual como la publicidad?
Si consiguiera responder a esa pregunta habría revelado el secreto, incluso para mí mismo, ya me podría retirar porque habría encontrado el secreto de mi poesía. Es una pregunta que yo me hago continuamente. No creo que haya ninguna técnica, ésa es precisamente la raíz de mi poesía y es lo que no se puede explicar. Lo que está en el fondo de lo que uno considera la creación personal, creo que es algo que no tiene explicación. Consigo aunar algo publicitario con algo clásico o científico con las relaciones que surgen espontáneamente en mi cerebro y, ya digo, me gustaría tener una explicación o no, porque yo creo que en el fondo hay que seguir guardando ese misterio del que brota la poesía. - Tanto el título de su obra (“Cortes publicitarios”) como los poemas que se incluyen, reflejan una temática actual. ¿Pretende con ello reflejar una sociedad de consumo, hedonista, o sólamente es una temática de inspiración?
Es todo eso junto. Efectivamente, detrás de “Cortes publicitarios” hay una crítica, aunque sea a través de la ironía, de la sociedad en la que vivimos. ¿Consumismo? Desde luego. Al aunar o al hacer relaciones entre el mundo de la ciencia, de la mitología, incluso de la publicidad, lo que intento es quitar importancia también a la ciencia. Yo vengo del mundo de la ciencia y, para los más legos en ese mundo, existe ese mito de que la ciencia es la que puede dar explicación y demostración de todo. Yo precisamanente si he pasado por ese camino para explicar que no es así, lo que explico en “Cortes publicitarios” es llevar el lenguaje de la ciencia a equipararlo con otros lenguajes como la poesía porque creo que no hay prioridad de ninguno sobre el otro. Creo que la ironía es lo importante para unificar todos esos lenguajes que están ahí incluidos, si no hubiera quitado una especie de “pastiche” difícilmente digerible, entonces creo que hay todo eso y creo que la amalgama se hace a través de la ironía. - ¿Cuántos libros tiene publicados?
Ahora mismo dos, “Buscando Batería”, del año 1999 de la editorial Bartleby, “Cortes publicitarios”, de la editorial Devenir y, aunque en la contraportada aparece “La Hermogeníada”, ésta saldrá con fecha de publicación de 2006 pero todavía no está lista. Dentro de un mes habrá otra novela que publica la editorial murciana Aladeriva, en el sello de literatura Volvoletras.
Además he tenido colaboraciones con revistas de poesía como “Antaria” o la revista “Hache”, o colaboraciones que hago con deriva.org, que son de crítica, fundamentalmente. - ¿Hay conexión entre ellos?
Creo que sí, uno no puede dejar de encarnar el papel de autor, aunque me río bastante de la noción de autoría, pero al fin y al cabo todos estos libros han salido de mí y por tanto los reconozco a todos. Y al reconocerlos a todos hay una vinculación casi genética, si por genético entendemos el imaginario que me conforma. Sí, hay relación, aparentemente entre “Buscando Batería”, que salió hace ya siete años, y “Cortes publicitarios” hay muchas diferencias, pero también conexiones. Detectarlas es cuestión de hacer una lectura supongo que atenta; otras conexiones son evidentes, yo las veo al menos, no sé si porque soy el autor, aunque en general creo que cualquier lector puede verlo. - ¿Son todos de poesía?
No, aunque, como he dicho antes, la poesía para mí es algo transversal que puede afectar cualquier género literario. Hay una historia curiosa: en “Buscando Batería”, cuando decidieron publicarla en Bartleby, no sabían si publicarla en la colección de poesía o de narrativa, y me dieron a mi a elegir la colección en la que yo quería que fuese incluida. Después de pensarlo un poco, tres segundos, decidí que en la colección de narrativa porque yo la concebía como una novela, aunque está partida la línea se puede leer como verso libre. Desafortunadamente la colección de narrativa de Bartleby desapareció uno o dos títulos después, y sin embargo ha permanecido la de poesía, con lo cual supe que tomé una decisión errónea. “Cortes publicitarios” es, desde luego, poesía, y “La Hermogeníada”, también tiene un componente importante, aunque ésa sí puede decirse que es una obra más narrativa. - ¿Cuál es el objetivo que plantea a sus lectores?
Que se impliquen en la lectura del libro, que no lean como meros espectadores. Creo que esta sociedad está llena de espectáculos que lo que hacen es entretener, hacer que pasemos las horas en la contemplación de un espectáculo, o leyendo ciertos libros, por eso a mí me gusta implicar al lector, que forme parte de la obra. Y por otra parte extrañarlo, que se dé cuenta de que estamos llenos de automatismos relacionados con la imaginación y con la sensación, automatismos que nos ayudan a comprender ciertas cosas pero que también nos alejan de otras muchas. Lo que yo busco del lector, ya sé que es difícil porque exige un trabajo al lector y no siempre está dispuesto, pero que a través de la lectura de mis libros se sienta extrañado, metido en un mundo que yo pretendo que sea distinto al mundo habitual de las relaciones en las que estamos metidos habitualmente. - Tras haber ganado un premio de poesía, ¿qué le ha impulsado ahora a adentrarse en el mundo de la prosa con su obra “La Hermogeníada”?
La prosa siempre ha estado ahí, nunca me he sentido más cómodo en un género que en otro porque no creo demasiado en la distinción de géneros. Creo que cada idea exige un modo de escritura y yo me dejo llevar por esa escritura; hay ideas que he tratado tanto de manera poética como de manera narrativa, está claro que de manera distinta, pero no es que yo haya decidido pasar al mundo de la narrativa; “La Hermogeniada” es un libro que lleva tres años escrito, con sucesivas versiones, pero digamos que la narrativa y la poesía siempre han estado ahí desde un principio. Mis autores fetiche son Borges y Whitman; lo que más me gusta de Borges son sus cuentos, siempre está desde el principio ese amor bifronte a esos dos géneros que son la poesía y la narrativa. - ¿Cree que con su edad se puede vivir de la poesía?
Creo que con mi edad, incluso con algunos años más, no. Quizás con algunos años menos todavía es posible porque ahora está de moda ganar premios con diecisiete o dieciocho años y habría que dar cuenta de las causas que motivan eso, que todos creo que lo sabemos, pero es difícil vivir de la poesía. De todas formas, tampoco creo que haya que hacer poesía para vivir de ella, sí creo que algo esplendido tiene la poesía es que es algo absolutamente inútil, es de las pocas cosas que se hacen gratis y creo que este mundo necesita de muchos más gestos gratuitos como el de la poesía, que no exijan ninguna compensación a cambio. Está muy bien que a uno le recompensen por un trabajo hecho, y efectivamente, me gusta disfrutar con los premios del trabajo, a ser posible si está bien hecho pero, por otra parte, si pensara que debiera vivir de la poesía no pasaría dos o tres horas al día delante de un ordenador porque sé que es tarea más o menos perdida. Yo defiendo el acto gratuito en que consiste la poesía. - ¿Podría explicarnos cuáles son sus próximos proyectos?
Como he dicho “La Hermogeníada”, que saldrá dentro de poco, y defender estos dos libros, “Cortes publicitarios” y la mencionada Hermogeníada en las sucesivas presentaciones, en los medios, me apetece bastante pelearme llevando como armas estos dos libros. La verdad es que tengo un par de novelas en el cajón, escribo mucho, he acabado una este verano y también tengo otro libro de poesía y ahora estoy trabajando en un libro de cuentos. Así que, repito, mi prioridad es defender estos dos libros y, ya cuando pasen unos meses, iniciar la lucha dura con los editores para intentar que vuelvan a encarnar esos libros en el formato de libro publicado para editorial.
Para terminar, quisiera dar las gracias a la Fundación por el trato estupendo que han tenido conmigo, y muchísimas gracias.

Salus Martínez
María Antonieta M. Lidón
Mayte Sánchez Gómez
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