Libros Perdidos
'Homenaje a Miguel Hernández' (Club Thader, 1971)

En marzo de 1971, en el ya desaparecido Cine Riacho de Orihuela, celebró una semana de homenaje a Miguel Hernández. La organización corrió a cargo de la Asociación Cultural Tháder. Contó con el siguiente programa de actos y conferencias:

Lunes 22: «Orihuela en Miguel Hernández», por José Guillén.
Martes 23: «Miguel Hernández, su obra», por E. Contreras.
Miércoles 24: «Miguel Hernández, su vida», por E. Cerdán Tato.
Jueves 25: Rincón poético con la participación de grupos poéticos de la provincia.
Viernes 26: «La Carátula», escenificación de poesía hernandiana.

Todos estos actos contaron con una fuerte presencia policial. El presupuesto con que contaba el acto era muy escaso, incluso para poder pagar el alquiler del local; por otra parte, tampoco se podía recaudar dinero porque el acontecimiento era de carácter gratuito. Este acto no se vio exento de algún incidente, pero sin mayor trascendencia.

Manuel Bas, presidente de la Asociación Cultural Tháder, fue interrogado a causa de la colocación de un cartel con la palabra socorro, escrita en rojo, con el que pretendía solicitar ayuda económica para el evento. Finalmente, estos acontecimientos no tuvieron mayores consecuencias.

Esta revista, de ideal comunista, nació con este único número extraordinario para ofrecer un homenaje al poeta oriolano. La revista reflejó parte de lo que se realizó durante la semana del 17 al 27 de marzo.

La revista estaba dirigida por Pepe Cases y Manuel Bas. Entre sus colaboradores, todos militantes comunistas, encontramos a E. Cerdán Tato, Francisco Salinas y a Enrique López, entre otros.También se encuentra José Guillén, de quien poseemos una conferencia que no llegó a publicarse en el boletín extraordinario. Esta conferencia puede ser resumida en los siguientes puntos: la ciudad de Orihuela, la religiosidad en Miguel Hernández, la relación entre el poeta y su esposa y amigos.

En cuanto a la ciudad y sus percepciones sensoriales, el poeta toma muchos aspectos de Gabriel Miró, maestro de las descripciones sensoriales.

Siempre se ha dicho que Miguel Hernández llegó a ser ateo, pero esto no fue así. Para Guillén García, el poeta comenzó con unas obras que, según Neruda, estaban ahogadas por su religiosidad, recordemos obras como «Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras»; o poemas como «A María Santísima» o «Eclipse celestial». Son composiciones poéticas donde se vislumbra la sabiduría teológica del poeta.

En Miguel Hernández no encontramos un proceso de descristianización, sino que se trata, más bien, de un problema político y social. Quizás sus amigos de Madrid influyeran en su evolución teológica. Ha dos polos opuestos en la vida del poeta: por un lado, Pablo Neruda; por otro, su amigo Ramón Sijé.

En otro apartado de la Conferencia de José Guillén, el ponente se centra en las figuras de sus amigos y familiares (esposa e hijos); el «Cancionero y romancero de ausencias» está inspirado en el recuerdo de la esposa amada, los versos del poema «Te me mueres de casta y de sencilla».

El Club Tháder, tras una serie de malos acontecimientos, emprendió una nueva etapa en un local distinto. Esta etapa tampoco estuvo exenta de polémica.

La portada de la revista ya es significativa. En ella resalta una fotografía de Miguel Hernández sonriente durante su estancia en Rusia, más concretamente ante la catedral de San Isaac en San Petersburgo.

También es digna de mención la importancia de la inclusión de un poema inédito titulado «Al trabajo»; previo a este poema se encuentra, a modo de editorial, la introducción a dicho poema, cuya temática es propia del mundo del trabajo, pero con unos tintes bucólicos como el locus amœnus que aparece en la cuarta estrofa con reminiscencias gongorinas: «Ni cantando la poesía que destila el arroyuelo,/ y los campos solitarios, y el sereno azul del cielo/ y el sinfónico gorjeo del nocturno ruiseñor;/ y los prados, y el bullicio de las aguas ribereñas,/ y el sonido de la gaita del pastor entre las peñas/ y el momento del crepúsculo en el último estertor».

En las páginas siguientes aparece un recorte de prensa bajo este mismo titular, «Recorte de prensa», el cual pertenece al periódico alicantino «Primera Página» y refleja la repercusión que tuvo el acontecimiento organizado por el grupo juvenil Club Tháder.

«Miguel con el toro» es un artículo realizado por José Guillén, quien incluye un soneto del propio Miguel Hernández que pertenece al libro «El rayo que no cesa». El yo poético queda plenamente identificado con el sino del toro: «Como el toro he nacido para el luto y el dolor». Este sino queda vertebrado en cuatro ejes temáticos; estos son:

  • El destino trágico: «Como el toro he nacido para el luto y el dolor, ...».
  • La virilidad: «...y por varón de la ingle con un fruto.».
  • La insistencia: «Como el toro te sigo y te persigo, ...».
  • Nobleza de corazón: «...la lengua en corazón tengo bañada...»

Francisco Salinas, bajo el marbete «El mejor homenaje», rememora su relación con el poeta oriolano, desde que lo conoció en la casa de Ramón Sijé, hasta sus últimos días en el Reformatorio de Alicante. Salinas homenajea al Miguel Hernández pastor en las últimas páginas del boletín especial con un romance que canta la muerte del poeta.

De todos es conocido el talante autodidacto de Miguel; Enrique López hace una reflexión sobre la capacidad de aprendizaje del poeta, formado en la Universidad de la Vida. El autor de este artículo nos hace reflexionar en todas aquellas personas anónimas (artistas-poeta) que se pierden porque no hay quien los inicie.

Finalmente, la revista se cierra con un poema de Miguel Ruiz que posee una estructura circular: «Quiero decir algo./ Quiero decir.../ 28 de marzo./ Recuerdo», en el cual se recuerda la fecha en que murió, prematuramente, Miguel Hernández.

Como homenaje supuso para el mundo hernandiano una nueva aportación crítica de la obra, a la par que una revisión y difusión de la obra del poeta oriolano. Como los anteriores y posteriores homenajes que se realizaron, no estuvieron exentos de polémica.

El Club Tháder era, para algunos, simplemente un lugar de asueto; para otros, una permanente mesa redonda en la que convergían todos sin discriminación alguna. En otros casos fue un lugar donde encontrar amigos, compañerismo, entusiasmo y afición al teatro.

El acto de homenaje a Miguel Hernández fue el canto del cisne de la revista cultural Tháder. Finalmente, se vio sofocada por las presión de la Dictadura y desapareció.

Existe una edición facsímil de la revista, publicada por la revista oriolana «La Lucerna» en marzo de 1992, con motivo del cincuentenario de la muerte de la muerte del poeta orcelitano.

El homenaje tributado con la Semana-Homenaje a Miguel Hernández en marzo de 1971 tuvo una gran trascendencia local, pues hoy en día todavía se recuerdan los actos organizados con cariño.

Desde el punto de vista crítico, el homenaje se enmarca dentro de la etapa de progresiva recuperación de la figura del poeta, en un contexto de paulatina apertura política y cultural. Los trabajos publicados en la revisa recogen aspectos reivindicativos desde una perspectiva local, que no localista.

Antonio Ignacio García
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