I. FICHA DESCRIPTIVA
Cabecera
Título: “La Isla de los Ratones”. Este nombre hace
referencia a un pequeño islote de la Bahía
santanderina llamado Isla de Mornay o isla de los
Ratones.
Subtítulo: “Hojas de poesía”.
Lengua que utiliza: Castellano.

Datación
Primer número: En mayo de 1948.
Último número: En 1955.
En 1949 comenzó a publicarse una serie de libros
dentro de la revista que sobreviviría a la propia
revista hasta 1986.
Sede social
Dirección y administración:
C/. de la Enseñanza, 6 (Santander). Desde el número 13 la dirección pasa a ser
Plaza de los Remedios, 4 (Santander).

Características Técnicas
Número de páginas: Variable. Hasta el número 12 eran generalmente
15. A partir del 13 (1951) se amplía el número de
páginas hasta 25.
Dimensiones: 17x 24 cm.
Número de columnas: Variable, aunque generalmente aparece sólo una.
Debido a las trabas administrativas propias de las circunstancias políticas de la época, esta publicación no se llama “revista” sino “Hojas de poesía”. Las hojas debían ir sueltas o, a lo sumo, unidas por cordoncillos. A partir del número 6 se doblarán por el lomo.
Estructura
Ilustraciones:
Las ilustraciones ocupan un lugar destacado en esta publicación. La preocupación por los movimientos pictóricos y la presencia del arte español contemporáneo será su rasgo definitorio.
En los primeros doce números (1948-1950) aparece una sola ilustración por entrega, algunas son de autores reconocidos como Pancho Cossío o Ángel Ferrant. Pero es a partir del número 13 (1951), cuando se amplía el número de páginas, en que la pintura pase a ocupar definitivamente un lugar destacado. Si las ilustraciones de ratones nunca habían faltado en la revista, a partir de ahora se multiplicarán en distintos estilos haciendo honor al título de la revista. Algunos de los autores que colaboraron en la revista fueron: Benjamín Palencia, Antoni Tàpies, Cuixart o Joan Ponç.
Prueba de la relación estrecha entre poesía y pintura puede ser el número 13 (1951) de la revista que fue, prácticamente, un monográfico dedicado a la pintura catalana del momento. Su director, Manuel Arce, dirigió desde 1952 la galería de arte “Sur” de Santander.

II. FICHA TÉCNICA |
Aspectos económicos
Suscripciones:
El precio por un número suelto es de 8 pta. A partir del número 17 (1952) asciende a 16 pta, siendo de 15 pta. para los libros de la colección.
Equipo redaccional
Director:
Durante los años de existencia de esta publicación (1948-1955) el director fue el santanderino Manuel Arce.
Colaboradores:
Ricardo Gullón, Julio Maruri, Aurelio García Cantalapiedra, Enrique Sordo, Carlos Salomón, Carlos Nieto, Miguel Vázquez, Alejandro Gago, Salvador García Castañeda, Ramón Calderón Vázquez, Vicente Aleixandre, José Hierro, Gabriel Celaya, Gerardo Diego, Juan Guerrero Zamora, Carmen Conde, Carlos Rodríguez Spiteri, Victoriano Crémer, Miguel Hernández, Eugenio Nora, Pio Gómez Nisa, Jacinto López Gorgé, Pablo Neruda, Juan Ramón Jiménez, Blas de Otero, Joan Teixidor, Susana March, Carlos Bousoño, Miguel Labordeta, Camilo José Cela, Pedro Pérez-Clotet, José Agustín Goytisolo, Concha Zardoya, José Manuel Caballero Bonald, Pedro Salinas.

Tendencia política y social
Difusión:
Esta revista tuvo su nacimiento en Santander en 1948; en esta época el auténtico centro cultural era Madrid. Aun así, revistas como “Proel” o “La Isla de los Ratones” convirtieron a Santander en una capital poética. Se puede decir que la difusión de esta revista fue amplia, prueba de ello es la colaboración de escritores de prestigio, tanto nacionales como extranjeros.
Significación:
“La Isla de los Ratones” trataba de tender puentes entre la poesía de aquí y la del exilio. Sobre la tendencia ideológica dominante se puede decir que predominaba la izquierda. Se puede hablar de un precedente claro de la poesía social.
Cuando Manuel Arce fundó la revista, junto con los hermanos Joaquín y Gonzalo Bedía Cano, tenía veinte años; todos se consideraban ciudadanos del mundo y creían en la poesía como un medio de comunicación entre los hombres.
La revista lanza puentes fraternos con los españoles del otro mundo, de la América del exilio y aun con los ya muertos, en el tercer mundo, según el título del libro de semblanzas de Juan Ramón Jiménez “Españoles de tres mundos”. Otro ejemplo de poesía no arraigada puede ser el poema de Miguel Labordeta titulado “Un hombre de treinta años pide la palabra.”
(...) A vosotros los violentos los idealistas de la muerte
Los que sumisteis al mundo en un fragor de horrores
Creyendo crear un nuevo sol con lustra pobre bola de sebo
En nombre de mi generación yo os acuso
(...) A vosotros los poderosos energúmenos los grandes señores de
La culpa
Los que con vuestra codicia más enorme aún que el cielo de tal
Hipocresía
Arramplasteis con la mejor rapiña en el río revuelto
Y que no fuisteis para vuestros hermanos
Sino hoscos verdugos con sonrisa de lobo
Y una estela de odios escondidos dejasteis
Para mil años que vinieran y más
En nombre de mi generación yo os acuso
A vosotros los anónimos peones de salario misérrimo
Que os abandonasteis en el sopor brutal
Del vinazo y de la patata cocida
A los que entregasteis al fútbol y a los semanarios de crímenes
Para no pensar que algo más hondo no marchaba bien
A los estudiantes irresponsables que gritaban heridos sin saber por qué
A los pacifistas enclenques que cerraban sus ojos ante la tomadura de pelo
A los espirituales estómagos que nos hablaron tanto del infierno
A los profetas de grandes paraísos de chatarra
A las mujeres sin vergüenza que no querían parir hombres
A los indiferentes que tan sólo soñaron con sus bolsillos miserables
A los que con la flor en el ojal jugaron al ensayo
A los complejos sexuales a los pederastía
A la morfinomanía a la aventura política de porrazo y tente-tieso
Perdidos putrefactos perdidos de civilización y de asco y de cine barato
Estuvisteis malditos estaréis corrompidos por los siglos de los siglos
Fuisteis rebaño propicio hacia el matadero glorioso
Cuando llegó la gran merienda de los ultimatums
Lo mismo que lo seríais si tal momento llegara de nuevo
Como parece ser así
En nombre de mi generación yo os acuso.

III. MIGUEL HERNÁNDEZ Y “LA ISLA DE LOS RATONES”
En esta revista también tuvieron cabida autores que no eran precisamente del agrado de las autoridades franquistas, tales como Federico García Lorca, Pablo Neruda, Pedro Salinas, Juan Ramón Jiménez, Jorge Guillén o el propio Miguel Hernández del que encontramos tres referencias. En el número 5 (1948) aparece su poema “El sudor”; en el número 14 (1951) el poema “Sepultura de la imaginación”. Por último, en el número 23 (1954) un artículo de Vicente Aleixandre titulado “Junto a Miguel”, donde narra una visita al cementerio de Alicante para visitar la tumba de Miguel Hernández.
SEPULTURA DE LA IMAGINACIÓN
Un albañil quería...No le faltaba aliento.
Un albañil quería, piedra tras piedra, muro
Tras muro, levantar una imagen al viento
Desencadenador en el futuro.
Quería un edificio capaz de lo más leve.
No le faltaba aliento. ¡Cuánto aquel ser quería!
Piedras de plumas, mares de pájaros los mueve
Una imaginación al mediodía,
Reía. Trabajaba. Cantaba. De sus brazos,
Con un poder más alto que el ala de los truenos,
Iban brotando muros lo mismo que aletazos.
Pero los aletazos duran menos.l
Al fin, era la piedra su agente. Y la montaña
Tiene un valor de vuelo si es totalmente activa.
Piedra por piedra es peso y hunde cuanto acompaña
Aunque ésta sea un mundo de ansia viva.
Un albañil quería... pero la piedra cobra
Su torva densidad brutal en un momento.
Aquel hombre labraba su cárcel. Y en su obra
Fueron precipitados él y el viento.
José María Latorre Flores