EMETERIO GUTIÉRREZ ALBELO
La Casa-Museo Emeterio Gutiérrez Albelo fue fundada en septiembre de 1992 (dependiente del Ayuntamiento), gracias a la donación que hicieron los herederos de su biblioteca personal y sus archivos. La casa está sita en la calle de San Francisco número 19, una de las más céntricas calles del casco antiguo de la ciudad de Icod (Tenerife); aquí nació y pasó toda su juventud el escritor.
En la Casa-Museo encontramos, además de documentación que perteneció al autor (libros, revistas, cartas...), un amplio legado de materiales gráficos como dibujos, caricaturas, pinturas, fotografías y pequeños enseres y objetos pertenecientes a Emeterio. También se recogen otros legados de diferentes artistas.
La Fundación tiene como uno de los objetivos principales, el seguimiento de los últimos estudios sobre la Vanguardia Histórica española, de la que Gutiérrez Albelo, junto a los también canarios Agustín Espinosa, Eduardo Westerdahl o Domingo López Torres, entre otros, fue sin duda una de sus figuras más destacadas.
Existe un Premio de Poesía Emeterio Gutiérrez Albelo, de carácter anual, con el que se pretende el apoyo a la investigación y creación literaria.
En cuanto a las actividades que se llevan a cabo por medio de la Fundación, destacar las conferencias sobre literatura contemporánea, los cursos de la Universidad de Invierno de La Laguna. Próximamente se organizará un Seminario de Estudios Vanguardistas. Y con motivo del centenario del nacimiento del escritor (18 de agosto de 1905-2005) se pretende crear una exposición permanente dedicado al estudio de la obra del poeta surrealista.
Debemos destacar y mencionar Can Mayor que es una publicación periódica, editada por la Casa-Museo Emeterio Gutiérrez Albelo, respaldada por el Ayuntamiento de Icod de los Vinos, y que está a cargo del filólogo y poeta Francisco León, que ha editado Cartografía y Tiempo entero y que ha realizado varias antologías poéticas como El sueño de las Islas y La otra joven poesía española.
Podemos visitar la Casa-Museo Emeterio Gutiérrez Albelo de martes a viernes de 9 a 13 horas. Consta de Biblioteca y Sala de Consulta.

Emeterio Gutiérrez Albelo nació en Icod de los Vinos el 20 de agosto de 1905. Allí pasó toda su infancia y juventud. Publicó en esa época sus primero trabajos juveniles en el periódico local La Comarca del que su padre era director.
En La Laguna estudió Bachillerato y Magisterio, donde compartió estudios con Antonio Dorta y Juan Pérez Delgado “Nijolta” entre otros. Una vez finalizados sus estudios se dedicó a la docencia el resto de su vida, ejerciéndola por diferentes partes de la isla tinerfeña. La docencia junto con la poesía fue una de sus grandes pasiones.
Su primera obra fue La fuente de Juvencio (1925), que nunca llegó a publicarse. En 1930 publica su primer trabajo Campanario de Primavera. Años más tardes, y sufriendo un giro rotundo su obra, escribe dos obras más que constituyen las dos máximas expresiones del surrealismo poético canario: Romanticismo y cuenta nueva (1933) y Enigma del invitado (1936).
Tras un noviazgo de unos pocos años contrajo matrimonio con Donatila Atienza Fumero el 15 de agosto de 1936, con la que tuvo tres hijas: Ana Rosa, Mercedes y Carmen Paz.
Transcurren ocho años hasta una nueva publicación de Gutiérrez Albelo, sufriendo su obra un cambio hacia lo religioso, publicando tres obras que hacen referencia a este tema:
- Cristo de Tacoronte, 1944.
- Los Milagros, 1951.
- Apuntes para una vida de Cristo, 1969.
En ese periodo de tiempo, y hasta su muerte, escribe dos títulos más que completan su obra publicada en vida del escritor:
- Los blancos pies en tierra, 1951. Premio Regional de poesía Tomás Morales de la Asociación de la Prensa de Las Palmas.
- Geocanción de España, 1964.
A lo largo de su vida, colaboró en la prensa de Canarias y en revistas de toda España y América. Fue redactor de Gaceta de Arte (1932-1936) y de Mensaje (1945-1946), y creó y dirigió hasta su muerte la revista Gánigo (1953-1969).
El 8 de agosto de 1969 muere en Santa Cruz de Tenerife, pero sus restos reposan en el cementerio de su pueblo natal, Icod de los Vinos.
Tras la muerte del escritor se publicaron cinco obras más:
- Antología poética, 1969.
- Poesía última, 1970.
- El rincón de la amistad, 1971.
- Tenerife y el mar, 1973.
- Las alas del tiempo, 1974.

Entre las mallas cautivo,
está dando saltos locos
de gimnasta el pececillo.
A cada salto, parece
que se muda de vestido,
funámbulo y transformista,
viviente estuche de vidrio
que en mil colores se quiebra
bajo solares cuchillos.
A todos lados se agrandan
sus asustados ojillos.
Pero es tan linda la fiesta
de colores y de ritmos
que no hay un hueco siquiera
para llorar su martirio (I).
Ya se torna vacilante
su saltar estremecido.
Su primavera se mustia
clavada de calofríos.
Por fin, se apaga la fiesta
Polícroma, pn un latido.
Violada esponja de muerte
borra los colores vivos.
(I) Ahora, tú, caro Andrés,
construye en un verso limpio
su elegía verdadera,
sin colores y sin brillo.
ENTREVISTA
Como director de la Casa- Museo Emeterio Gutiérrez Albelo, ¿puede comentarnos las actividades que realiza la misma?
Antes de comenzar a responder a su entrevista, estoy en la obligación de aclarar que, en la actualidad, yo no soy el director de la Casa- Museo Emeterio Gutiérrez Albelo. Lo fui algún tiempo —escasísimo— hace muchos años. Ahora, simplemente, soy el comisario nombrado por el Cabildo Insular de Tenerife —Institución en la cual trabajo— para preparar y desarrollar una exposición permanente sobre el poeta. Lo digo porque esto puede dar una idea aproximativa de la situación en la que se encuentra este Centro. La Casa de Emeterio ha estado muchos años sumida en la más grande desidia.
En realidad, la Casa no realiza actividad alguna desde hace muchos años. No podría hacerlo porque carece de personal adscrito a sus funciones y necesidades. Dicho claramente: en la Casa-Museo Gutiérrez Albelo no trabaja nadie. No hay nadie. El boletín que publicamos desde hace una unos cinco años es diseñado y coordinado por unos amigos —yo entre ellos— que nada tenemos que ver con la Casa- Museo ni con el Ayuntamiento de Icod. El boletín —cuyo gasto es irrisorio— lo sufraga, eso sí, el Ayuntamiento de Icod. Otra de las actividades que desarrolla la Casa —léase: el Ayuntamiento de esta ciudad— es la organización de un concurso anual de poesía. Y no hay nada más.
En 1992 se constituyó la Casa- Museo Emeterio Gutiérrez Albelo. ¿Cómo y qué motivos llevaron a dicha creación?
Ninguno en especial. Durante los años 80 y 90, un grupo de investigadores de la Universidad de La Laguna, a la cabeza del cual se hallaba el ensayista, filólogo y poeta Andrés Sánchez Robayna, comenzó a rescatar, estudiar e interpretar seriamente a los poetas canarios de la Vanguardia. Estos estudios generaron de inmediato el interés de los políticos. Emeterio fue uno de estos poetas rescatados. Rescatado doblemente, porque, no sólo se rescató su obra surrealista, en el olvido desde que estallara la Guerra Civil y una de las más intensas del surrealismo en lengua española, sino que por fin era valorado como poeta más allá de su pertenencia a la poesía de corte tradicional y nacional- católica que el poeta cultivó después de la Guerra Civil. En este contexto, se decidió remozar la casa donde Emeterio pasaba algunos veranos de los años 50 y 60. No es su casa natal, como suele decirse. Ni vivió aquí largas temporadas. Pero en cualquier caso, la casa fue restaurada con escaso dinero, mal y sin tener en cuenta las funciones que podría desarrollar en el futuro. De ahí el fracaso absoluto de estas instalaciones. La familia de Gutiérrez Albelo donó, con motivo de la creación de la Casa, algunos de sus papeles, eso fue todo.
El 18 de agosto se celebró el centenario del escritor icodense.¿Qué actos se llevaron a cabo?Ninguno de valía. Sólo se publicó un artículo en los periódicos. Semanas antes, el Boletín de la Casa y una revista particular llamada Vulcane prepararon sendos números de homenaje. Por cierto, ésta última atacó duramente la inoperancia de las autoridades respecto del centenario de Emeterio. Hubo quizá alguna otra actividad aislada —que pude visitar— que no reunía las condiciones mínimas para que puedan ser llamadas, siquiera, actos.
Hace unos días, Andrés Sánchez Robayna presentó en la Biblioteca Pública de Icod una muy interesante antología preparada por él: El mar inverosímil, se titula. Y da una visión completamente novedosa de lo que pudo haber sido la poesía de Emeterio después de la Guerra Civil, si el poeta no hubiera caído en las modas que trajo consigo la desorientación cultural del franquismo. Pero este es el único proyecto que ha gestionado el Ayuntamiento de Icod.
¿Qué proyectos tiene en mente la Fundación con motivo del centenario del nacimiento del escritor?La Fundación, en sí misma, no posee proyectos porque, sencillamente, como dije, no existe personal alguno que trabaje en “fundación” alguna y piense las estrategias culturales que un centro como éste podría desarrollar. El único proyecto que está tomando forma es el que propuso el Cabildo Insular de Tenerife: la creación de una exposición permanente, de la cual soy comisario, y digitalización de los escasos documentos legados por la familia del poeta en 1992. Además de esta exposición, que quedará inaugurada el día 21 de octubre, se ha llegado al acuerdo de desarrollar un programa de actividades de un año de duración cuyo centro de intereses tenga que ver con la figura de Gutiérrez Albelo.
¿Existe algún vínculo entre la Fundación Emeterio Gutiérrez Albelo y la Fundación Miguel Hernández?No, por desgracia.
¿Conoce las actividades que realiza la Fundación Miguel Hernández? ¿Qué opina de las mismas?No las conozco, por desgracia. Mi trabajo no me permite estar al tanto de los intereses de la Fundación Miguel Hernández. He oído hablar muy bien de su Premio de poesía. Eso es todo.
Rebeca Serrano