PRENSA HISTÓRICA

 

REVISTA "NUEVA CULTURA"

A) FICHA DESCRIPTIVA

  • Cabecera
    · Título: ‘Nueva Cultura’.
    · Subtítulo: ‘Información, crítica y orientación intelectual’.
    · Lugar: Valencia.
  • Datación:
    · Cronología: Enero de 1935-Octubre de 1937. Se publicó en dos etapas (la primera desde enero de 1935 hasta julio de 1936 y la segunda desde marzo de 1937 hasta octubre de ese mismo año).
    · Primer número: Enero de 1935.
    · Último número: Agosto-Septiembre-Octubre de 1937
    · Números editados: 21 números (13 en la primera etapa y 8 en la segunda etapa)
    · Existe reedición facsimilar del año 1977 (‘Topos Verlag AG’ – Vaduz/Liechtenstein), prologada por Josep Renau.
  • Sede social
    · Redacción: Apartado 520, Valencia.
    · Administración: José Ramil, Calle Cádiz, nº 86, Valencia. Después pasó a estar también en el apartado 520. En su segunda etapa, redacción y administración tuvieron su sede en la calle Trinquete Caballeros, nº 9.
    · Teléfono: No consta.
    · Lugar donde se imprime: Valencia.
    · Dirección de la imprenta: Talleres de Impresos Cosmos, Avenida del 14 de abril, nº 39. Posteriormente, pasó a imprimirse en los talleres de Tipografía Moderna, C/ Avellanas, nº 9, teléfono 11062, Valencia.
  • Características técnicas
    · Número de páginas: 8. A partir del segundo número, pasó a tener hasta 16 y en algún número hasta 18 páginas.
    · Dimensiones: 41’8 cms. x 28’5 cms.
    · Número de columnas: generalmente, tiene dos columnas (una más ancha que otra o bien iguales), aunque a veces tiene tres.
    · Secciones: Habitualmente, una editorial, artículos de índole diversa, crítica literaria y unas notas finales.
    · Suplementos o números extraordinarios: Su cuarto número fue un extraordinario sobre el fascismo; el siguiente estuvo dedicado al Congreso de Escritores Antifascistas de París de 1935; el 7-8 lleva el significativo título ‘Rusia 1917, España 1934’. En 1936, publicó un manifiesto electoral a favor del Frente Popular y un número de ‘Problemas de la Nueva Cultura’, dedicado al Romanticismo, y en el que colaboraron, entre otros, Alberti, Altolaguirre, Arconada, Bergamín, Burgos Lecea, Cernuda, Rosa Chacel, Délano, Antonio Espina, García Lorca, Ramón Gómez de la Serna, Andrés Induarte, María Teresa León, León Felipe, Pérez Ferrero, Pla y Beltrán, Sender y Serrano Plaja, y Miguel Prieto en su parte gráfica, y que es fruto de la colaboración con el núcleo madrileño de ‘Octubre’.
    · Ilustraciones: Ilustraron gráficamente la revista con montajes de fotografías y textos realizados por José Renau. También colaboraron Alberto -con cuatro dibujos acompañados de texto-, Antonio y Manuela Ballester, Francisco Carreño -con algunos dibujos y aleluyas muy influenciados por Gras, del que también se reprodujeron obras-, y Pérez Contel.
    · Periodicidad: Mensual.
  • B) FICHA ANALÍTICA

  • Empresa periodística:
    · Fundador y mentor: Josep Renau.
    · Administrador: José Ramil.
    · Precio del ejemplar: 40 céntimos. A partir del segundo número, costó 50 céntimos. Los giros podían enviarse a Montesinos, Calle Bany dels Pavesos, nº 6, 1º. Después el precio se elevó hasta una peseta.
    · Puntos de venta: No constan.
    · Suscripción: 6 números costaban dos pesetas y doce números sólo 3’75 pesetas. Posteriormente, 6 números pasaron a costar 3 pesetas y 12 números seis pesetas.
    · Colaboradores: En la revista, además de los mencionados Josep Renau y José Ramil, colaboraron, entre otros, Xavier Abril, Alberti, Miguel Alejandro, Antonio del Amo, Arconada, Max Aub, Manuela Ballester, Armando Bazán, José Bueno Ortuño, Burgos Lecea, Francisco Carreño, Bernardo Clariana, Ángel Gaos, Eusebio García Luengo, Gil-Albert -del cual la revista editó ‘Candente horror’ (1936)-, Emili Gómez Nadal, María Teresa León, Margarita Nelken, Antonio Olivares, Pérez Contel, Piqueras, Pla y Beltrán, Juan Manuel Plaza, Juanino Renau, Juan Miguel Romá, Sánchez Barbudo, Sender y Juan Serrano. ‘Nueva Cultura’ reapareció en 1937, ya en plena guerra civil; durante esta etapa se incorporaron nuevos colaboradores, como Alfredo Baeschlin, Bergamín, Ricardo Blasco, Antonio Deltoro, Gaya, González Tuñón, el oriolano Miguel Hernández, Eugenio Imaz, Juan Marinello, Octavio Paz, Carlos Pellicer, Antonio Porras, Timoteo Pérez Rubio, Emilio Prados, Silvestre Revueltas, Carles Salvador, Serrano Plaja y María Zambrano; y en su parte gráfica, Arteta, Gori Muñoz, Pablo Picasso, Miguel Prieto, Ramón Puyol, Rodríguez Luna, Alberto Sánchez, Souto o Eduardo Vicente.
    · Colaboraciones del poeta Miguel Hernández: esta revista cuenta, en el número 1 de su segunda etapa, publicado en marzo de 1937, con un artículo de T. Navarro Tomás, titulado ‘Miguel Hernández, poeta campesino en las trincheras’, que va acompañado de los poemas hernandianos ‘Recoged esta voz’, ‘Llamo a la juventud’ y ‘El niño yuntero’.
    · Autores traducidos: entre los autores traducidos en las páginas de ‘Nueva Cultura’, figuran Henri Barbusse, Jean-Richard Bloch, Cassou, Céline, Dimitrov, Ehrenburg, Eisenstein, R. Fernández, Gide, Gorki, Jean Guéhenno, Langston Hughes, Lenin, Maiakowski, Malraux, Moussinac, Ogier Preteceille -periodista francés residente en Valencia desde 1913, exmiembro de ‘la bande à Bonnot’ y redactor del ‘blasquista’ ‘El Pueblo’-, Max Raphael, Romain Rolland y Jacques Soustelle.
  • ***

    Se aprecian dos épocas perfectamente definidas en la historia de Nueva Cultura, separadas por el estallido de la guerra civil. La revista fue el resultado de la formación de la Unión de Escritores y Artistas Proletariados de Valencia en 1932, integrada por comunistas, anarquistas y simpatizantes.

    En la revista cooperaron escritores revolucionarios europeos y sobresalió por encima de muchas publicaciones europeas de la época. Entre los que contribuyeron, podemos destacar a Ramón Gómez de la Serna, León Felipe, Manuel Altolaguirre, Rafael Alberti, Juan Gil-Albert, Max Aub, etc.

    Josep Renau (pintor, cartelista, fotomontador y revolucionario) fue el promotor de la revista Nueva Cultura. Se trataba de un hombre reflexivo que quería hacer desaparecer el arte-lujo y promocionar el arte-compromiso. Quería terminar con la cultura como símbolo de pertenencia a una clase, a un grupo, a un fin.

    Se relacionó con los intelectuales y artistas de España pero regresó a Valencia desmotivado al no encontrar lo que ansiaba. De modo que se comprometió a poner el arte al servicio de los trabajadores y no de la burguesía más o menos liberal.

    Convencido que esta no era tarea fácil, sabía que para conseguirlo no sólo los artistas debían estar al servicio del pueblo sino que también debían unirse los intelectuales.

    Por lo tanto, la revista Nueva Cultura se creó con el objetivo de llevar la cultura y las ideas progresistas a todos los ámbitos populares: proletariado, campesinado, etc.

    Leyendo el primer número de la revista se puede extraer su origen, su creación y los fines de la misma. Tal y como afirma la revista, todas las tendencias analizadas desde un punto de vista histórico-social dejan huella en la historia de la cultura. Como muy bien se describe en Nueva Cultura, la prensa tiene una enorme fuerza social y cultural. Cada momento de la historia, cada nueva situación de la vida cultural queda plasmada en la prensa y el cine, “se reparten entre ambos la total acción pedagógica sobre las masas”.

    La situación política española que se vivía hizo que dicho medio de difusión de cultura quedara viciado por la prensa corrupta. Para ellos era necesario no desorientarse del camino que debía seguir una revista de este tipo, de cultura moderna, se debía conocer bien cuál era su misión.

    Con este fin surgió la revista Nueva Cultura, una revista de “ información, crítica y orientación cultural”. Uno de sus propósitos era “pasar revista” a la prensa española de cada mes y destacar aquello que mereciera tal consideración, así como replicar lo que pudiera calificarse como “basura”. Este era uno de sus objetivos, que se hiciera justicia social, que supone la base de la libertad y dignidad humana.

    Nueva Cultura intenta la formación de una cultura de raíz española, que llegara hasta el último estrato de la sociedad, y que no se destinara únicamente a la clase social de la burguesía, una de sus mayores críticas.

    Los editores plantean la necesidad de una nueva orientación intelectual. Para ello, era necesaria una fuerza revolucionaria y renovadora en el panorama cultural. Se debía romper con el pasado glorioso de la España semifeudal y dejar paso a ese tercer factor llamado proletariado. Critican una España anclada en el pasado, apenas desarrollada, poco avanzada.

    Es, por todo ello, por lo que la revista la titulan Nueva Cultura, porque con este adjetivo “nuevo”, que tanto se repite en todo el primer número de la revista: “nueva fe”, “nueva teoría de pensamiento, de sabiduría”, “nuevo material”, “hacer una nueva España”, “una vida nueva”, “una nueva cultura”, se da a entender que es necesaria una nueva orientación intelectual, “abrir nuestros ojos y nuestra mente”, “todo está por hacer”, es necesario un compromiso social y político.

    ***

    José Renau, entre otras cosas, fue el director de la revista Nueva Cultura (1935-1937).

    Nació en Valencia en 1907, vivió en su niñez y juventud en esta ciudad, pasando los veranos en un pueblecillo llamado Fontanar, al sur-este de Valencia, donde, posteriormente, en uno de los cuartos de esta casa de veraneo instalo su taller y realizó trabajos que pasaron a la historia. A los 8 o 9 años su padre pintor y profesor de dibujo y restaurador de pinturas, lo saco de la escuela parroquial, con toda la buena fe, creyendo que la cultura intelectual destruiría y perturbaría la pureza retiniana con la que el pintor tenia que enfrentarse con «el natura».

    En cuanto pudo ingresó en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos, se verificaría a los 16 años pero su padre se las ingenio para meterlo a los 14 años, también desde muy jovencito su padre lo metió a trabajar en una litografía, donde le pagaban un duro semanal por 4 horas de trabajo al día. La economía familiar empezó a mejorar y al año obtuvo sus primeros éxitos en concursos de carteles locales y nacionales los cuales le permitieron vivir por sus propios medios y hasta permitirse el lujo de inscribirse a la revista Occidente y pudo ir comprando libros para calmar la sed de conocimientos, de modo que su formación intelectual fue autodidacta.

    La idea de dar unos cursos de francés y asistir a éstos dio pie a que se formaran los pilares de la revista “Nueva Cultura”. Dentro del reducido numero formaban parte su futura mujer Manuela Ballester (pintora), su hermano Tonico Ballester (escultor), y Francisco Carreño (escultor). Formaron un grupo con inquietudes comunes que hoy en día llamamos la Vanguardia valenciana de los años 30. Huían de los parajes Sorollistas como el diablo del agua bendita. José Renau llevaba la iniciativa del grupo.

    En otoño de 1928, cuando tenía 21 años, se presentó en Madrid con una preselección de unas pinturas, la mayoría al temple, que con anterioridad había ido trabajando en el tiempo libre que le quedaba de su trabajo de lito-publicitario de La Esfera, con su cuaderno de pinturas y una recomendación de su padre para José Francés, secretario por aquellos entonces de la Real Academia de San Fernando. Llego a Madrid muy optimista.

    Se alojó en una hospedería cerca de las Ventas, paseó, frecuentó los cafés y visitó el Museo del Prado y las exposiciones y después de varias visitas infructuosas a la casa de José Francesa, terminó por suplicarle a la asistenta que le entregara sus trabajos. Unos días después, recibió recado de que se presentara. Como de costumbre tocó en la puerta de servicio pero le hicieron pasar por la puerta principal. En aquel encuentro decidieron que aquello había que exponerlo de inmediato y aunque la Sala del Circulo de Bellas Artes estaba completa durante dos años, milagrosamente al mes escaso sus pinturas estaban ya colgadas en el Salón Derecho del Circulo de Bellas Artes con unos precios elevadísimos, con el fin de no vender nada y llevarlo a París y Nueva York .

    La exposición fue un éxito tan fulminante que lo dejó aturdido, pero aquello igual que vino se fue. En medio del éxito se sentía solo, y a las pocas semanas dejó de asistir por la sala. Sintió un vació tan profundo que se planteo el ¿por qué? De tanto trabajo y ¿para que?. Ni Nueva York ni Londres, lo que mas sintió es que, de todo aquello, no enlazara ni una solo amistad.

    Regreso a Valencia y a finales del 29 o principios de los 30 hizo sus primeros fotogramas uno de los cuales y mas famoso de esta época es El Hombre Ártico, obra que posteriormente entendió el autor como un autorretrato subconsciente y simbólico

    En 1931 se afilia al Partido Comunista de España y funda Escritores y Artistas Proletarios (UEAP) en 1932 y también fue fundador de (AGAP), su militancia le costaría varias detenciones.

    En 1933 participó en la I Exposición de Arte Revolucionario que se celebró en Madrid y en esta etapa realizó un mural en un local sindical del puerto valenciano de El Grao.

    En 1935 fundo Nueva Cultura, donde sus compañeros y le dieron rienda suelta a todo lo que llevaran digiriendo, todos sus pensamientos políticos, sociales y culturales. Como de lo mas dentro de uno mismo vomitaron esta revista durante una corta pero intensa vida.

    José Renau hizo colaboraciones graficas en revistas como Brisa, Crónica, Estudios, Murta, Octubre. y la revista anarquista Orto de la que fue director artístico y en la que también publicó artículos, se puede decir que José Renau escribió igual o tanto como pintó diseño. La Republica de les Lletres, Revista Blancas y Taula de Lletres Valencianes, y en Nostra Novella. Fue uno de los redactores del monográfico de Tensor dedicado a la «Historia de un día de la vida de los españoles» y colaboró también en Nuestro cinema, figurando entre los firmantes del manifiesto de su Asociación de Amigos. Entre los mejores trabajos de aquellos años; “La Piscina”, “Las Arenas de Valencia” (1935), y el de “La Corrida de la Prensa de Madrid” (1936).

    Durante la guerra civil realizó carteles de propaganda de la Republica. En 1936 es Director General de Bellas Artes, Presidente del Consejo Español de Teatro y Director de Propaganda Grafica del Comisariado General del Estado Mayor Central.

    Se le encomienda la tarea de salvaguardar el Patrimonio Artístico Nacional durante la guerra civil española.

    Con motivo de la realización del Pabellón de España en la Exposición Internacional de Arte y Técnica de París, en 1937, encargan a Picasso la realización del “Guernica”, En su revista Nueva Cultura se recoge por primera vez en el mundo el proceso de los nueve estados consecutivos de este cuadro. Las fotos realizadas por Dora Marr fueron entregadas por Picasso en mano a Josep Renau con ese fin (año III,nº.4-5 junio-julio 1937).

    En enero de 1939, junto a otros miles de personas, tiene que cruzar la frontera hacia Francia, al ser tomada Barcelona por las tropas de Franco.

    Es internado en el campo de refugiados d`Argelesrs y consigue un visado para México en mayo de 1939.

    En México trabajo para la revistas españolas en el exilio, al mismo tiempo que colaboraba con David Alfaro Siqueiros. Sin dejar en ningún momento de producir obra propia de esta etapa, son los murales del Casino de Cuernavaca.

    En 1958 abandona México para instalarse a vivir en Berlín Oriental (Republica Democrática Alemana). Alli sigue en su línea trabajando murales y fotomontajes de esa época son “Fata Morgana USA- 1967” y “The american way of life-1977”.

    Aunque nuca dejo de vivir en Berlín ,realizo varios viajes a su tierra Valencia a partir de 1976.

    En 1978 lega su obra a la Fundación Josep Renau, que en estos momentos se encuentra depositada en el IVAM de Valencia.

    Muere en Berlín en 1982.Su obra no pertenece al pasado, es la obra de un clarividente.


    José Renau, a lo largo de toda su vida, luchó por un país más moderno, más justo y más culto, otro mundo es posible.

    Cecilia Espinosa
    Asun López
    Antonio Peñalver
    Rebeca Serrano

     

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