Entrevista al Premio Nobel de la Paz
Adolfo Pérez Esquivel

"La creatividad de la poesía de Miguel ha influenciado mucho todas nuestras culturas"

Semanas antes del estallido bélico mundial, uno de los galardonados por el Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, visitó las instalaciones de la Fundación Cultural Miguel Hernández y la Casa Museo del poeta. Revuelo y algarabía se respiraba en el entorno Hernandiano ante una visita de tal elevado postín. Sin embargo, como su título le acredita, paz y sosiego desprendía este señor de afables formas y gesto entrañable.
La necesidad de vincular el pensamiento al sentimiento para evitar una tragedia vital, de recuperar la identidad cultural, así como la 'anarquía en la palabra' son algunas de las premisas que Pérez Esquivel atribuye al legado de los versos del escritor oriolano.

¿Qué interés le ha despertado la figura de Miguel Hernández para venir a conocer el lugar donde vivió?

La figura de Miguel Hernández ha transcendido las fronteras, es un poeta universal. La creatividad de su poesía ha influenciado mucho todas nuestras culturas y es tal la admiración que siento por él, que quería acercarme a conocer un poco la vivencia que tuvo.

¿Cuál ha sido su impresión del 'Lugar Hernandiano'?

Estoy asombrado de ver que se ha recuperado toda la memoria, todo el sentido de su poesía. Ésta es, también, un caudal cultural muy grande sobre todo para los jóvenes, las nuevas generaciones que tanto necesitamos, ya que estamos ante un mundo tan materializado y tan globalizado y consumista, que encontrar la fuerte expresión del espíritu, es mucha esperanza.

¿Cree, entonces, que Miguel Hernández es un referente para los jóvenes?

Sí, lo que pasa es que en la poesía hay que penetrar en la esencia de las cosas. No son esas cosas que pasan y simplemente se consumen. Hay que entrar en el espíritu, en la conciencia, en el sentido de su poesía.
La dominación de esta globalización no comienza por lo económico, empieza por lo cultural. Es necesario una resistencia cultural, donde se vuelva a las fuentes, a los valores en un mundo que se pierde día a día. Es importante recuperar en estos momentos esos valores.

¿Si recuperáramos esos valores seriamos capaces de recuperar la paz?

Vemos que nos están arrastrando a una guerra, a una locura. Yo siempre digo que el pensamiento sin sentimiento siempre es una tragedia. El pensamiento es vital pero en los sentimientos. Tal vez, la mente cartesiana que tenemos nos ha fragmentado el pensamiento. Los poetas tienen la capacidad de recuperar la vitalidad del pensamiento y de la palabra como anarquia, como en el caso de Miguel Hernández.

¿Hasta dónde puede llegar la expresión de los versos?

Los poetas pueden llegar más lejos, ya que la expresión artística puede llegar a otros limites a otros espacios, que no están condicionados por un sistema. Usan la creatividad, ya que más importante que el conocimiento es la creatividad. De la cual carecen los Gobiernos, lamentablemente, ya que están tan condicionados y tan restringidos que no tienen pensamiento propio sino ajeno. Lo que nosotros tenemos que recuperar es el pensamiento propio. Ésta es la gran lucha que tenemos hoy de un pensamiento único que lleva a la masificación y a la pérdida de las culturas a recuperar el pensamiento propio que tiene que ver con la identidad, con los valores, con la memoria. Esta memoria no es para quedarnos en el pasado sino que nos ilumina el presente, y es a través del presente donde podemos construir el futuro. No hay otro camino en ésto.

Entonces, ¿recuperar la memoria de Miguel Hernández es una forma de construir el futuro?

Es recuperar los valores, la poesía es forma. Podemos comprender esos valores cuando trazamos una línea y esa línea no es porque sí, la linea es una dinámica, una forma de expresión, que puede expresar muchas cosas.
El valor de la palabra como anarquia, como pensamiento, ya que lo primero que hace el poeta es liberar la palabra, desde ahí se puede encontrar el sentido creativo.
La sabiduria a veces no está en aquel que lee más libros, muchas veces no está en las universidades, sino en aquel que comprenda el sentido profundo de la vida. Desde ahí se puede crear y los poetas tienen esa condición de buscar el sentido profundo de la vida, y Miguel Hernández, es uno de ellos.
Los más cercanos de una generación Rafael Alberti, al que tuve el placer de conocer o Benedetti son también otros ejemplos de poetas liberadores de la palabra. Creo que siempre está esa posibilidad, que no lo van a poder matar los sistemas. Siempre tienen la capacidad de dar libertad y esa libertad es el único camino que nos permite la capacidad de amar y sin amor la vida no tiene sentido.

 

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